En cada uno de los textos escritos, van pedacitos de nuestras vivencias personales.

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Mujeres Pasión

NOSOTRAS

Quince mujeres hemos unido experiencia y deseos, para hacer realidad este proyecto literario, promoviendo con ello el altruismo y la solidaridad, dos pilares fundamentales de esta dinámica sociedad, con una de las realidades más importantes de nuestra existencia: la maternidad.

En un mundo tan complejo como el actual, queremos ofrecer un cálido abrazo como  puente de unión entre hombres y mujeres, para caminar juntos, ya que como personas integrantes de la humanidad, hacemos posible el don de la vida.

En cada uno de los textos escritos, van pedacitos de nuestras vivencias personales con relación a la trayectoria de una de las formas más grandes de expresión de los sentimientos: el hecho de ser madres.

Cada autora adjunta en el libro: Un relato,  un poema y una frase con imagen.

 

SINOPSIS

Somos un grupo de mujeres que nos hemos reunido para llevar a cabo este proyecto literario con el objetivo de promover el altruismo y la solidaridad a la vez que enaltecemos la maternidad.

En un mundo tan complejo como el actual, queremos tender un puente de unión entre hombres y mujeres, que como personas  integrantes de la sociedad, hacen posible el don de la vida.

Con estos textos, deseamos reflejar, algo de cada una de nosotras, algo de lo que fueron y lo que serán las madres.

EXTRACTO

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Contándote cuentos a la hora de dormir…, día tras día…, y así de repente, sin darnos cuenta…, pasa la vida…

Yoti Baharani

 

A PARTIR DE ESE DÍA

Llegaste a mi vida un frío dos de marzo.
¿O fui yo quien llegó a la tuya?
Aunque hacía cerca de nueve meses que ya existíamos la una en la otra, a partir de ese día pude oler tu piel. A partir de ese día pude sentir tus caricias.
A partir de ese día pude escuchar tus palabras, tus canciones, tus susurros.
A partir de ese día pude contemplar la belleza de tu rostro.
A partir de ese día, ya nunca se separaron de mí, ni tu olor, ni tu piel, ni tus manos, ni tu voz.
Y yo te regalé mi primera sonrisa.
Tú me enseñaste a jugar con los colores, a dibujar casitas y árboles, a reconocer las letras y a leer las palabras. Me animaste a crear cuevas fantásticas con las sábanas de las camas y me contaste historias de otras épocas, a disfrutar con las anécdotas de tu infancia y de tus mayores.
Yo te regalé mis primeros dibujos.
Tú me preparaste las más deliciosas comidas. Cuando la fiebre me subía hasta cuarenta grados, cosa que ocurría con frecuencia, me cuidabas y leías cuentos para ayudar a recuperarme.
Yo te regalé mis primeras letras.
Tú me llevabas todos los días al colegio y me esperabas a la salida para volver a casa cogida de tu mano. Me ayudabas a terminar las tareas escolares y si algo no entendía, tú me lo aclarabas.
Me enseñaste a descubrir, poco a poco, mi pequeño mundo, el mundo inmenso, más lejano y alejado de mis pequeños pies y sobre todo, el mundo interno que todos llevamos dentro.
Me ayudaste a descubrirme, a escucharme a quererme y a quererte.
Yo te regalé mis primeros pensamientos hechos palabra.
Tú me mostraste el camino para descubrir que en la vida podría llegar tan lejos como quisiera si jugaba limpio, si era fiel a mí misma, si amaba, respetaba y ayudaba a los demás a pesar de las dificultades, los tropiezos y las frustraciones.
Yo te regalé mis primeras lágrimas.
Tú me apoyaste cuando tomé decisiones que afectaban a mi vida, aunque a veces no las compartías. Me aconsejaste, me escuchaste, corregiste mis errores con amor y energía.
Yo te regalé mis primeros miedos y triunfos.
Con el tiempo y la distancia también yo fui madre y comencé a sentirte en cada noche de insomnio, en cada enfermedad de mis hijos, en cada una de sus sonrisas y sus juegos, en sus tareas escolares, en las celebraciones de sus cumpleaños, en sus logros y frustraciones…
Cada vez que sentía esa visceral necesidad de compartir contigo los momentos vividos te llamaba y hablábamos. A veces con solo pensar en ti, escuchaba sonar el teléfono… y eras tú al otro lado.
Cada encuentro, en vacaciones, siempre lo disfrutamos de manera especial.
Y así fueron pasando los años, los tuyos y los míos y en tus últimos días pude estar a tu lado y sentir de nuevo tu olor, las caricias de tus manos, tu débil y cansada voz. Sentí tu dulce mirada y la serenidad y belleza de tu rostro. Sentí tus miedos, tu dolor…
Mi alma se impregnó de la humildad y grandeza de la fe que un día me transmitiste y que fue siempre un pilar fundamental en tu vida. Esa humildad y grandeza inundaron la fría estancia del hospital esos días y nos llenaron de paz, confianza y serenidad.
Y a partir de ese día pudiste sentir mi olor.
A partir de ese día pudiste escuchar mi voz, mis oraciones, mis susurros, mis palabras.
A partir de ese día te quedaste conmigo para siempre y pude enseñarte nuevas canciones, nuevos paisajes, dibujos y colores.
A partir de ese día aprendimos juntas a escuchar la nueva música del silencio…
Y tú me regalaste tu última sonrisa.

María Luisa Ortega Leonardo

 

 

PARTO

Al sur caen las nubes grises y recuerdo…
Mi pequeña, mi gota de rocío,
cascada de luces esperanzadas,
pueblo en el que existo y soy.
Un día cualquiera de este mundo
se me abrieron las entrañas de milagro y sangre.
Desconocía la asombrosa maravilla de tu ser,
por ello, entre contracción y contracción,
cerraba los ojos pidiéndole ayuda a la vida,
a las simples cosas que no veía…
Recuerdo (como si el hoy fuera el ayer) que mi cuerpo
recibió desde dentro un rayo de fuerza
y desapareció todo el dolor, toda la angustia.
A través de mi sexo se abrió la copa de la Vida,
mis labios se estiraron, mi vientre se endureció,
y aquella fuerza obstinada e inexplicable,
valiente y tremendamente invicta,
me envolvió en su relámpago
de luz por completo:
por dentro y por fuera, y tú
fuiste saliendo al aire de la tarde que crecía,
llegando al mundo en un acto sublime e irrepetible,
en una contracción milagrosa
en la que perdí el miedo, el sufrimiento y el aliento,
en la que se concentraron, metales, océanos,
meteoros, plumas, estrellas fugaces,
piedras preciosas, música, ríos,
galaxias, valles y lagos y flores y llanto
y risa y todo el Universo y…
Surgió de aquella placenta oscura
tu cuerpecito manchado de marrones y rojos,
el cordón umbilical grueso y violáceo,
tu primer llanto inquietante, bello y audaz.
Quise abrazarte, pegarte a mis pechos
desesperados, turgentes e  impacientes,
rebosando calostros de madre  y Amor…
Una comadrona anónima
desapareció tras la puerta contigo,
alcancé a verte una orejita,
diminuta, perfecta en su forma,
mis exclamaciones de desconsuelo ante esa separación
se convirtieron en un evanescente y suave arrullo,
y una sensación indescriptible de vacío anidó en el paritorio.
Al perder la noción del tiempo
la realidad se derivaba hacia lo insólito,
un extrañamiento onírico empezaba
a enseñorearse del entorno.
Bajo un techo lívido y frío
la luz artificial cortaba el ambiente,
los olores innaturales pululaban por doquier,
los sonidos metálicos, lentos caían desde el pasillo
y nadie parecía molesto.
Abandonada al vaivén de médicos y enfermeras
me acuciaba la impaciencia,
una voz impersonal salió de entre mis piernas abiertas,
(cosía mis labios sin delicadeza y con prisas), dijo:
tranquila mujer, solo va a bañarla.
Entonces me sobrevino toda la paz de este planeta,
todo el descanso, toda la ternura, todo el reposo.
Ahora era cierto: no me importaba nada
porque tú regresabas envuelta en una toalla blanca
mientras me entregaba al olvido del dolor
y del agotamiento; en un reposo indolente
comprendí el significado de «dar a luz»
¡Sí, las mujeres parimos la luz!
Y en ese instante, único e irrepetible
en el que por fin te tuve entre mis brazos,
supe que eras mi niña, mi gota de rocío celeste,
mi pasado, mi presente, mi futuro, la Vida…
Y te amé.
Te amé para siempre.

 

Poema escrito en abril de 1979. Dedicado a mi hija Mar.
Albertine Orleans
 

 

AOC

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Asociación mecenas de Mujeres Pasión. Aportación 120€. 10 ejemplares de Mujeres Pasión.

 

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CÓMO HACERSE MECENAS DE LA EDICIÓN DE MUJERES PASIÓN

Haciendo una aportación (desde 12 euros) que tendrá como recompensa el libro dedicado y la cita de tu nombre y apellidos como mecenas en la primera página de este libro.

Puedes hacer tu aportación por varias vías:

  1. Directamente en esta página de crowdfunding abonándola con tarjeta o PayPal (selecciona tu recompensa y pincha en ‘APOYA’).
  2. Por transferencia bancaria, indicando nombre y apellidos seguido de MECENAS DE MUJERES PASIÓN a CanariaseBook: ES45 3076 0910 3123 8660 9925 (Cajasiete). Posteriormente envía un correo a mecenas@canariasebook.com con tu nombre y apellidos, email al que quieres que te llegue toda la información de este proyecto y aportación que has hecho. En el asunto pon Mecenas de Mujeres Pasión.
  3. Pagando en efectivo en la sede de CanariaseBook (calle La Fontana de Oro -actual Senador Castillo Olivares, número 54 bajo. LPGC. 928.054344) o contactando con las autoras Yoti (600 326 472) , Marí Martín Figueroa (687 877 150), Mª Luisa Ortega (657 229 046) y Conchy Vera (630 029 841) .
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